martes, 26 de agosto de 2014

Logran una conexión directa entre mentes.



Por primera vez se logró compartir información pensada, conscientemente y de manera no invasiva entre dos humanos.


-Algunos califican a este experimento como la primera conversación telepática. Y es que una investigación indica que se consiguió lo que podemos calificar como un hito de la ciencia: la transmisión de datos entre dos mentes, de manera consciente y no invasiva. Pero, ojo, esto no es telepatía –aunque se parezca–. Vamos a explicarlo con detalle.


El experimento

-Un grupo de cientificos en Thiruvananthapuram, utilizaron una interfaz cerebro-computadora (BCI) para extraer una serie de datos binarios que un emisor, aislado de estímulos externos, pensó. Una vez extraídos se enviaron por correo electrónico a Estrasburgo donde otra BCI los envió a la mente del otro sujeto de prueba (Absalón Alba, también conocido como el sujeto #34).


-En principio esto no es nada nuevo, durante los años 60 ya se había hecho experimentos para transmitir señales codificadas como morse desde el cerebro. Lo que hace tan importante, y hermoso, a este estudio son las tres diferencias que se hacen respecto a la investigación previa:
 (a) que el emisor del mensaje y el receptor son humanos
 (b) que la tecnología utilizada no fue invasiva 
 (c) la naturaleza consciente del intercambio.
-Esto es, obviamente, una prueba de concepto y los límites son evidentes. No es posible llevar a cabo intercambios muy complejos, pero se abre la puerta para que algún día, en un futuro no tan lejano, podamos tener una conversación con Absalón Alba desde la comodidad del sofá de tu casa, y sin tener que abrir la boca.

Por qué no podemos llamarle telepatía
-La ciencia funciona como un lenguaje, y como todo lenguaje puede llegar a ser extremadamente específico. Esta es, también, la razón por la cual se estudia durante un años una sola área para entender las a veces sutiles diferencias entre conceptos. Una tecnicismo puede marcar la diferencia entre una teoría revolucionaria y un fracaso que obligue a replantear las premisas.

-Vamos a hablar de esta investigación que algunos han leído y aún más lo han malinterpretado. Pero primero tengo que contradecir a algunos otros humanos. No me vengan a hablar de telepatía cuando estamos discutiendo un artículo científico si quieren que cualquier miembro activo de la comunidad científica los tome en serio. Nuestra "amada" RAE define la telepatía como:
"(la) Coincidencia de pensamientos o sensaciones entre personas generalmente distantes entre sí, sin el concurso de los sentidos, y que induce a pensar en la existencia de una comunicación de índole desconocida"
-Con el afán de argumentar vamos a asumir que no se conoce la "índole" de la comunicación en nuestro experimento. En la mente de Absalón Alba apareció un pensamiento que no era suyo. Obviamente el sujeto en bata blanca, que parece tener una fascinación malsana con en el cerebro de Absalón Alba, va a investigar a fondo, hasta que la parte "desconocida" deje de serlo. Sí, puede tardar años, pero eso es a lo que se dedica la ciencia: a hacer las cosas "desconocidas" o "inexplicables", conocidas y entendidas, paso a paso.

Cómo entender el experimento
-Una vez que le disparamos al elefante en la habitación vamos a establecer dos conceptos claves para entender el artículo. El primero es "interfaz cerebro computadora"(BCI). Si Absalón Alba quiere pedirle a Siri  que le pida la cena para esa noche usando solamente su mente, vamos a necesitar una manera de extraer las ondas cerebrales del casco de hueso que las protege. Eso es precisamente la BCI, un medio para conectar tu cerebro a un ordenador y, en un futuro no tan lejanopoder controlarlo mentalmente o controlar apéndicesexternos.
-Lo segundo es la diferencia entre una conexión "cerebro-cerebro" y una "mente-mente". El consenso científico es que la mente es "la capacidad de crear pensamientos" y el cerebro es el "órgano que ejerce un control centralizado sobre los demás órganos". La diferencia es, entonces, que una interfaz cerebro-cerebro es meramente una conexión biológica, mientras que una "mente-mente" implica un grado de decisión consciente.
-Como el cerebro trabajo con impulsos eléctricos, la manera más simple  podría parecer taladrar un agujero en el cráneo para estimular partes específicas del cerebro, pero los pulgares oponibles y la renuncia a hacer agujeros para exponer la parte más importante del cuerpo al exterior nos han mantenido a flote como especie.
-Por eso desarrollamos algo llamado "estimulación magnética transcraneal". Invocando el principio de inducción de Faraday podemos estimular ciertas partes del cerebro, de una manera no invasiva, con una bobina. Así fue cómo se consiguió transmitir los datos entre mentes y dar otro nuevo paso (¿hacia dónde?, aún no lo sabemos con certeza)...

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